Su vuelo tranquilo y perpetuo ha inspirado nuestros proyectos, los sueños realizados y por realizar. A fines del año 2010, luego de un largo periodo de experiencias vitivinícolas, Vultur establece su nido en un pequeño pueblo, llamado DOÑIHUE, cerca de RANCAGUA, corazón del “Rodeo chileno”.
Convencidos de hacer vinos en pequeñas producciones a escala humana, que logren expresar las características propias de la uva y del terroir de donde ellas provienen.